Los aromas de los Aceites Esenciales estimulan nuestro sistema límbico, que es una gran base de datos de emociones y recuerdos que se almacenan en nuestro cerebro.
Hoy aprendemos a través de los Aromas a relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno. Así, la Aromaterapia, que es una de las disciplinas terapéuticas más antiguas, nos ofrece las bondades de excelentes Aceites Esenciales, para afrontar los males de los tiempos modernos.