El silencio se inunda de aromas, los aromas encienden su voz y en cada susurro deslizan un poquito de lo que sos.
El pino se siente fuerte y el cedro protector.
Resiste y sostiene el incienso, pulsando desde el corazón.
La naranja se enciende brillante y la canela explota en sabor para que en la primera salida, la albahaca alce su voz.
Me divierto jugando y conjugando este silencio intenso, persistente y acogedor, que en cada nota aromática, me trae y me acerca un poquito a vos.